FÚTBOL ARGENTINO - EL JUEGO "LOCO"

Estas fechas movilizan mucho a Hugo Orlando Gatti, uno de los ídolos más grandes de la historia del fútbol argentino, y especialmente de Boca.
Con 66 años, es el jugador con más partidos en la historia del fútbol local con 817 encuentros. En su aniversario número 22 del retiro dice: “Parece que fue ayer… La gente me pide que vuelva… Yo voy a tener 100 años y voy a responder lo mismo… ¡En cualquier momento vuelvo!”.
Además tiene el record junto con otro gran arquero, Ubaldo Matildo Filliol, de 26 penales atajados.
El 11 de septiembre de 1988 el arquero se “retiraba” del futbol, en un partido correspondiente a la 1º fecha del torneo, Boca enfrentaba a Deportivo Armenio en la Bombonera. Una mala salida… Un mal calculo que finalizó con el gol del conjunto visitante. El partido finalizó con la ventaja conseguida únicamente en esa jugada desafortunada por Gatti.
José Omar Pastoriza (en ese tiempo entrenador Xeneize) decidió quitarle la titularidad al “Loco”, y fue reemplazado por Carlos Fernando Navarro Montoya. Luego no volvió a jugar de manera oficial. Un final triste para un gran arquero, que ganó todo y que además dejó una marca en el fútbol mundial, por su estilo de juego y su forma tan particular de ver al fútbol.
A pesar de que la mayoría de los jugadores se terminan alejando por cansancio o por algún otro motivo personal, Gatti al igual que muchos otros, tienen al jugado profesional y amateur intacto dentro suyo. Es por eso que a pesar de haber quedado relegado de Boca, continuó jugando por su cuenta, con las ganas intactas y un físico realmente privilegiado.
Su espíritu, chispa y su visión extremista y loca sigue vigente. Él asegura que no se retiro hace 22 años… Su carrera continuó en los bosques del barrio de Palermo.
“Yo estaba físicamente para seguir… para buscar un Boca campeón… Y luego irme”, comentó.
Asegura que él no se retiró hace 22 años y en ese partido en la Bombonera, sino que con gran sentido del humor y el autoestima muy elevado dice que se retiró hace dos años, cuando tuvo que operarse de la rodilla.
“En el momento me dolió. Aparte, la decisión la tomó un tipo con el que me llevaba muy bien y al que quería mucho como el Pato (Pastoriza). Dios quiso que fuera él. Y no fue por la jugada del gol de Armenio. Ese fue el pretexto, yo ya estaba un poco condenado porque Boca no ganaba nada. Si no era ese gol, hubiera sido cualquier otro. La lápida ya estaba. Y si quería, seguía jugando. Lo que pasa es que después de Boca... Boca fue mi mujer, mi novia, mi amante y mi travesti, pero un día me pegó una patada en el culo y me echó. Yo me rompí todo en Boca. Igual, no estoy ofendido ni con aquéllos que tomaron la decisión. Aprendí a vivir. Y hoy soy más que cuando jugaba al fútbol”.

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1º COPA LIBERTADORES DE BOCA: DE LAS MANOS DE GATTI